¡Nacional es Nacional... siempre!

por **Admin** Jue Mayo 13, 2010 12:51 pm

Con una decisiva actuación de Santiago Morro García, Nacional venció a Peñarol 2 a 0 y ahora el título se definirá en dos finales. El delantero, que no jugaba hace tiempo y ni siquiera estaba en el banco, marcó a los 13 y a los 58 después de parar en los dos goles la pelota con el pecho dentro del área y ajusticiar a Sebastián Sosa. Con fútbol y actitud, Nacional alargó a siete su racha positiva ante Peñarol.

En la Colombes hay fiesta. Ahí están ellos. Despidiendo al 75% del Estadio que se va pateando piedritas del piso. Ahí están ellos. Los que acompañaron al Bolso sin importarles que se podían comer una vuelta de su peor rival en la cara. Un poco por convencimiento, otro poco por inconciencia, mucho por fidelidad. Ahí están ellos. Los que cantaron en la derrota ante Cruzeiro y ahora cantan en la victoria ante Peñarol.

En frente se van destruidos. Fueron preparados para festejar porque su equipo llegaba como el gran favorito, con un invicto envidiable y se van frustrados y tambaleando. Igual que el equipo.

Nacional ganó con autoridad, igualó las condiciones de la final y ahora el título del Uruguayo se definirá al mejor de dos partidos. Sábado y martes se verán de nuevo las caras. Pero este antecedente pesa. Y cómo.

El partido lo empezó mejor Peñarol. Con su clásico planteamiento y con los mismos hombres que arrollaron en el Clausura a casi todos. Salvo a Nacional. El Carbonero tenía más la pelota y se acercaba al área rival con un par de corridas de Jonathan Urretaviscaya y el talento de Antonio Pacheco. Pero no lastimaba.

Nacional salió a jugarlo con un planteamiento definido. Super definido. Y con mucha actitud. Con Alejandro Lembo y Sebastián Coates en la chacrita, sin moverse demasiado pero muy firmes. Sin ganas de complicarse pero mandando en el área. Cada pelota que llegaba cerca, ahí estaban ellos. En el medio jugaba Gustavo Varela por derecha y Raúl Ferro con OJ en el centro del campo. En ese sector Egidio Arévalo Ríos no repitió y Sergio Orteman fue quien más dio la cara pero perdió más de lo que perdió.

A los 13 Nacional llegó por primera vez y encontró el primero. La pelota derivó hacia la izquierda, Matute Morales la mandó al medio y Varela puso al área para el Morro. El cuestionado Santiago García hizo todo bien y en un mismo movimiento la paró de pecho, giró y quedó de frente a Sosa a quien venció con un tiro cuando la pelota todavía no había tocado el piso.

A partir de ese momento, hubo 15 minutos soñados de Nacional. La zona derecha de la defensa de Peñarol era una invitación al ataque y el Tricolor lo aprovechó. Matías Aguirregaray y Gerardo Alcoba eran impotentes a la hora de contener a quien fuera por ese sector. Mario Regueiro, García, Matute y Cristian Núñez hicieron lo que quisieron. El lateral de Nacional pelado y de blanco parecía Roberto Carlos subiendo por su sector. Hizo una jugada tremenda que hubiera liquidado el partido. Primero el Morro y después Varela se lo perdieron.

García tuvo otro y Regueiro también pudo marcar. Fueron cuatro jugadas además de la del gol de claro peligro para el arco de Sosa quien se veía desbordado ante la pésima tarea de los defensores. Pero Naconal no lo aprovechó y a pesar de que el Morro siguió ganando contra quien lo marcara, Nacional se empezó a alejar del área.

Amonestados Egidio, Orteman, Ramírez, OJ y Varela, el tránsito por el medio se hizo veloz. Urrestaviscaya y Pacheco tiraban del equipo pero precisaban compañía. La única que tuvo Peñarol en el primer tiempo, fue un cabezazo de Martinuccio en el primer palo que dio en el horizontal y en el rebote el argentino se sorprendió con la pelota y no pudo definir en el área chica,

Antes del cierre de la primera parte, Larrionda debió expulsar a Orteman. Con el criterio utilizado por el juez para las tarjetas, la de Orteman debió recibir la segunda amarilla.

El segundo tiempo lo arrancó mejor Peñarol, con una corrida de Ramírez por izquierda que terminó en un centro que nadie conectó. Los que siguieron fueron minutos que Peñarol no supo aprovechar. Un tiro de Pacheco de afuera del área y un par de llegadas por las bandas terminaron afuera. En ese lapso llegó el segundo error grande de Larrionda. OJ empujó claramente dentro del área a Pacheco y el juez no sancionó penal. En seguida salió mal Rodrigo Muñoz tras un centro desde la derecha pero Ramírez no pudo definir.

Varela no podía más y pidió el cambio. Acevedo mandó a Calzada y Nacional quedó con tres volantes de marca y jugado en ofensiva a la impronta de Matute, la velocidad de Regueiro y la gran noche del Morro. Pero no hubo tiempo para ver cuán partido iba a quedar el equipo porque de un tiro libre llegó la mejor jugada del partido. La tocaron por el medio, Matute levantó para Lembo, el zaguero la metió en el área para el Morro que ajustició a Sosa. De nuevo la paró de pecho y definió arriba. A propósito, dónde se esconderán los que asesinaron a García todo este tiempo. ‘Que la noche, que la cabecita, que la compañías’. Que buena lección les dio el delantero.

Peñarol desorientado intenó sin ninguna claridad. Aguirre puso a Diego Alonso por Ramírez y tiró a Martinuccio contra la punta. Fue su primera carta. La segunda fue el Pollo Olivera por Pacheco. Ninguna le dio resultado.

Acevedo puso a Mauricio Pereyra por Matute y se vino abajo la Colombes. El “Maaatute Maaaatute” como agradecimiento a tanto fútbol fue justo. Nacional tenía controlado el partido y se permitió ciertos lujos. Pases, pisadas y tacos para el “ole” de una tribuna que deliraba.

Poco importaba a esa altura. Peñarol ya estaba tirado y se quería levantar como esos boxeadores groguis que no saben ni dónde están. Nacional se sentía cada vez más fuerte y hasta se permitió errar unas cuantas posibilidades para aumentar.

Larrionda pitó el final y, como en la escuela, cortaron para la salida. Se volverán a encontrar el sábado pero con otro panorama. Peñarol flaqueó en el partido más importante del año y se le fue la ventaja. Tiene sus chances intactas pero sabe que ya no es lo mismo. Merece crédito por lo que hizo y por la capacidad de su plantel. Nacional demostró que tiene jugadores de jerarquía para el fútbol local. Lembo, OJ, Matute y un tal Morro, al que no ponían.

La "cabecita" en alto

Mano a mano. Así dejó las finales Nacional, que con dos goles del "Morro" García se llevó el clásico ante Peñarol por 2 a 0 y estiró a dos partidos más la definición por el Uruguayo.

Anunciado como suplente casi toda la semana, el "Morro" fue el gran acierto de Eduardo Acevedo. Su personalidad, y sus goles, fueron decisivos para un partido que se le presentaba complicado en la previa y que tenía a Peñarol como amplio favorito.

Es que ganando, Peñarol se podía consagrar campeón uruguayo de manera anticipada, luego de haber ganado la Anual tras un impresionante Clausura en el que terminó invicto.

Sabiendo que dicha ventaja era fundamental, los aurinegros salieron con todo en busca de un triunfo que liquidara la serie.

Sin embargo, la historia cambió radicalmente cuando el "Morro" García, con una gran definición, puso el 1 a 0 y volcó el partido para el tricolor.

El gol llegó tras un tremendo pase de Gustavo Varela, que jugando como volante habilitó a García por encima de la defensa aurinegra y lo dejó sólo ante Sosa.

El Morro, tras matarla de pecho, definió de primera y puso el 1 a 0.

Tras el gol, Nacional creció y pudo aumentar diferencias en varias oportunidades, con dos clarísimas para el "Morro", que se las perdió de manera increíble.

Peñarol, en tanto, aprovechando que Nacional le perdonó la vida, buscó el empate y casi lo logra por medio del argentino Martinuccio, quien de cabeza estrelló un remate contra el travesaño, en la jugada más clara que tuvo en todo el partido.

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En el complemento la historia se repitió y Peñarol, una vez más, tuvo un arranque arrollador. Pero, una vez más, el "Morro" sorprendió con un gol para poner el 2 a 0 y calmar al conjunto de Eduardo Acevedo, que cerró filas y aguantó el resultado.

Una buena jugada colectiva, que comenzó en los pies de Regueiro y terminó en un pase al medio de Lembo, encontró por el medio al "Morro", quien la volvió a mandar a guardar para liquidar el partido.

Con el triunfo tricolor la ventaja deportiva quedó por el camino y el Campeonato Uruguayo tendrá dos partidos más para definir campeón, el cual no se definirá sino hasta el próximo martes.

Teniendo en cuenta los antecedentes clásicos, y el partido de esta noche, es Nacional el que toma viento en la camiseta y aparece ahora como favorito.

La segunda final será el sábado a las 17:00 horas y la última y definitiva el martes a las 21:30. La serie la ganará quien acumule más puntos en ambos encuentros. En caso de igualdad la diferencia de goles determinará al campeón. De persistir la paridad habrá alargue y penales en el último partido.

"Pará pará pará, sacale una foto..."

Con dos goles del Morro García, Nacional le acaba de ganar la primera final del Uruguayo a Peñarol. Partido que controló el tricolor de principio a fin. Peñarol, sin contundencia. El sábado, más clásico.

El clásico arrancó con dominio territorial aurinegro y Nacional tratando de contener el ritmo como podía. Se cargó de faltas y amarillas, pero no dejó que los aurinegros llegaran con peligro al arco de Muñoz. Solo un tiro desde fuera del área de Martinuccio que controló Muñoz forzó Peñarol en esos primeros minutos de dominio.

Poco a poco Nacional salió de su campo y poco más que eso necesitó para ponerse en ventaja. A los doce minutos el Morro García controló con el pecho y el hombro un centro desde la derecha y definió bien a las apuradas ante la salida de Sosa, que llegó a tocar pero no pudo evitar el tanto.

Después de eso siguió dominando el tricolor y el mismo Morro pudo haber aumentado. Tapó Sosa y el rebote lo tiró afuera Varela. Bajó el ritmo después el partido, que volvió a ser controlado territorialmente por Peñarol, aunque sin llegar al arco de Muñoz. Bien la línea de cuatro de Nacional en esos primeros 35 minutos.

A los cuarenta, a la salida de un córner, Martinuccio estrelló su cabezazo en el travesaño y después tiró afuera el rebote. El argentino fue de lo poco que mostró en ofensiva Peñarol en ese primer tiempo.

Para el segundo tiempo Peñarol salió más decidido a buscar el tanto del empate. Pacheco fue derribado en el área, pero Larrionda no cobró un penal claro-hay que decir aquí que Orteman debió ver la segunda amarilla al final del primer tiempo-. Poco después el capitán aurinegro remató desde fuera del área y su disparo se fue cerca.

Otra vez dominaba el aurinegro cuando otro centro desde la derecha fue dominado por el Morro, que solo en el corazón del área fusiló a Sosa. El delantero tricolor se transformaba en el héroe de la noche.

Desde ese segundo gol poco pasó en un clásico que controló en todo momento Nacional pese al dominio territorial de Peñarol.